JOHNNY ANGEL (E.L.Marin, 1945) {CAPITÁN ANGEL}

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FICHA TÉCNICA 
Director; Edwin L. Marin   Productor; W.L.Pereira, Jack J.Gross
Guión; Franck Gruber, Steve Fisher  
Basado en Mr Angel Comes Aboard de Charles Gordon Booth
Fotografía; Harry J. Wild
Música; Leight Harline   Canción; Hoagy Carmichael
Productora; RKO   País; USA     Duración; 79 min

REPARTO
Johnny Angel; George Raft 
Lily Guftafson; Claire Trevor 
Paulette Girad; Signe Hasso
Sam Jewell; Lowell Gilmore 
Celestial O'Brien; Hoagy Carmichael


SINOPSIS

     Un barco fantasma a la deriva es hallado por el Capitán Mercante Johnny Angel (George Raft) quien en seguida comprende se trata del barco de su propio padre, trabajador en la misma línea naval. En el barco no hay rastro de la tripulación ni de su padre, pero encuentra un zapato femenino que Angel relaciona con una mujer que el Capitán del muelle vio salir corriendo a través del mismo andén .
     Angel, al arribar en Nueva Orleáns, busca al único superviviente del barco, la mujer del zapato (Signe Hasso) y ella le informa que el padre de éste transportaba 5 millones de dolares en lingotes de oro.


                                                        Edwin L. Marin, director

NEW ORLEANS ENVUELTA EN UNA ATMÓSFERA EVANESCENTE

     La primera vez que vi Johnny Angel iba algo bebido, como en tantas películas descubiertas los fines de semana de mi juventud. Fue en viernes amarillo, regresé antes de lo previsto y no tenía demasiado sueño, me apetecía un film clásico, modesto, de poca duración, noir y en blanco y negro. Cuando uno viene cansado y con copas de más no posee demasiada concentración, los colores estridentes son rehuidos por una fatigada visión. El cine negro ofrece una ambiente acogedor en estos casos, pero Johnny Angel (Capitán Angel) contiene la particularidad de una atmósfera más suave, evanescente y aterciopelada que otros films noir con estética más contrastada y dura.
     En aquellos tiempos estaba descubriendo a George Raft, quien iba a ser mi actor fetiche. Me agradaba su desconocimiento popular a pesar de su estrellato contrastado. Casualmente, los primeros films que vi de Raft fueron interpretando a marinos y no a gánsteres, su especialidad reconocida. Pero en realidad, los personajes de Souls At Sea {Almas en el Mar} (H.Hataway, 1937) y Spawn of the North {Lobos del Norte} (H.Hathaway, 1938) no son marinos arquetípicos sino gánsteres camuflados o al menos, tipos de mal vivir con tierno corazón, rufianes de buen fondo, todo lo contrario del personaje de Johnny Angel, un detective privado encubierto de marino, siguiendo la moda de los años 40.




     1945 fue un año decisivo para Raft, consiguió uno de los mayores éxitos de su carrera con Nob Hill (H.Hathaway), una de las películas mas taquilleras del año pero también, desde mi parecer, el trabajo menos memorable del tándem Hathaway-Raft. El film contenía la curiosidad de ser el primero de George Raft rodado en color, tras una carrera consagrada al B/N. Las películas de Raft siempre habían dado dinero, pero, a excepción de Nob Hill, no conseguía un éxito tan rotundo desde el hit de Warner; Manpower (R.Walsh, 1941). Su fichaje por la humilde RKO (tras dar tumbos por la Universal) no ofrecía buenas expectativas, tenía 50 años y la productora lo destinaría a modestas producciones A o incluso, quién sabe, si a la serie B. Pero Johnny Angel sería un éxito inesperado con un beneficio de $ 1,192,000. Irónicamente, el año que muchos citan como la decadencia comercial de Raft, sea con probabilidad el de mayor éxito de su carrera tras 1937, su cenit como estrella. A los números me remito, igual habría que revisar alguna enciclopedia o blog despistados...




     Los días como estrella no habían acabado para George Raft en 1941 
por sus rechazos de guiones importantes en beneficio de Bogart, como muchas biografías de éste señalan (y copiones de google). "Los números cantan" que diría Josep Maria Pou en Anillos de Oro. Podemos establecer tres años mágicos para Raft; 1932, año de su revelación como actor en Scarface y estrella en Night After Night; 1937, su top star siendo el tercer mejor actor pagado de Hollywood y 1945 con dos de sus películas más taquilleras; Nob Hill y Johnny Angel, la primera una producción importante pero de resultado anodino, la segunda una humilde serie A noir, pero a mi parecer, una obra de mayor envergadura artística.




     Cuando la RKO compra los derechos de la obra escrita por Charles Gordon Booth, el papel principal iba a ser para Pat O'Brien (difícil imaginar al fervoroso Padre O'Brien sacándose la sotana y dando tortas por los muelles de Nueva Orleans). Más tarde se decide que el protagonista va a ser George Raft, nuevo fichaje de la RKO, y la primera elección como director recayó en Ray Enright. Afortunadamente, Edwin L. Marin fue el elegido definitivo e inauguraría una memorable colaboración con Raft sembrada de clásicos del cine noir. Otra afortunada elección fue el contrato del cantautor de jazz Hoagy Carmichael para interpretar al taxista. Completan el reparto la exótica Signe Hasso, un expresivo Lowell Gilmore y la siempre creíble todo terreno Claire Trevor.


                                                  Claire Trevor y George Raft

     La niebla acompañada de la tensa e impresionista música del infravalorado Leight Harline ya indican que nos encontramos ante un film humilde pero apuntando maneras de clásico inesperado. Edwin L.Marin siempre comienza sus films con impacto visual cuyo ejemplo más notorio es Nocturne (1946) en la escena del asesinato del pianista, pero en Johnny Angel la presentación no le va demasiado a la zaga; la cámara se acerca por medio de la grúa al barco de Raft, hasta encajar un primer plano de su rostro mirando por unos prismáticos, presentación de estrella, de uno de los mitos del cine negro. 
     El guión no deja de resultar placentero a un fetichista; lo único que encuentra Johnny Angel en el barco de su padre es un zapato de mujer y ninguna aparece en la lista de abordo. Según la descripción del capitán del muelle que vio a una mujer salir del barco, Raft acude en su busca con la ayuda de un solícito taxista interpretado por el músico Hoagy Carmichael, quien venía de debutar en To Have and Not To Have {Tener y No Tener} (H.Hawks, 1944) cantando con Lauren Bacall al piano. Con el zapato en la mano, el Capitán Angel va buscando a su cenicienta por tugurios marinos, sórdidas tabernas y hostales de mala nota, no demasiado alejados de los antros por donde se movían anteriores personajes de Raft como Steve Brodie en The Bowery {El Arrabal] (R.Walsh, 1933) o Podwah en Souls At Sea. Al encontrar a la chica, una guapa Signe Hasso, Angel le quita su zapato colocándole el otro a la fuerza, encajando perfectamente. A partir de ahora, su cenicienta le confesará la oscura trama (el dinero, siempre el dinero) causa del asesinato del padre de Angel.


                                                       Raft y Signe Hasso

     La empresa naval para la que trabaja Raft está dirigida por Lowell Gilmore dominado por dos mujeres, especialmente, una femme fatale Claire Trevor como siempre al pie del cañón en cuestión de actuaciones memorables. Poco a poco, la trama va sacando, del fango pantanoso de New Orleans a la superficie luminosa, la envidia que siente Gilmore por Angel desde que se conocieron en la infancia. Gilmore se muestra tremendamente expresivo durante todo el film, sobre todo, en el final donde su voz lastimosa agarrando el arma ante Raft y Trevor impresiona por su técnica interpretativa.
     Todo el film se halla imbuido de una atmósfera densa y suave, aterciopelada como un sueño narcótico y nebuloso; un trabajo fino y admirable de Harry J. Wild. Los paseos por la naturaleza de Raft con Hasso, cuando ella le narra la historia del barco, poseen una sensación de realidad tangible donde la humedad y la luz crean un marco incomparable filmado por Wild.
     
     Durante todo el film, Hoagy Carmichael, el taxista, juega con un aparato que todavía no sé qué diantres es. Los va regalando a un niño de color y a la propia Hasso; en otra de las escenas, Raft, poco dado a los juguetes, se lo destroza sin intención al tomar al taxista por la solapa y al darse cuenta del rostro afectado de Carmichael, le pregunta si ese chisme puede arreglarse a lo que este último contesta ya más contento que si. 
    Para todos los aficionados al jazz, la presencia de Carmichael es todo un aliciente. No sólo se dedica a actuar, sino que compuso la canción Memphis in June que interpreta al piano en la casa de un vecino somnoliento. Sin duda, uno de los mejores temas del compositor de Stardust, quien cada vez que aparece en una pantalla me alegra la vida.


                              La voz de Hoagy siempre fue susurrante, demasiado para el tipo de al lado


                                            Hoagy Carmichael, taxista de Raft full time

     La banda sonora de Leigh Harline es incisiva y misteriosa. No llega al nivel de Nocturne (1946), siguiente film Marin/Raft, que luego Harline compondría y cuya música me parece una obra maestra, pero la BSO de Johnny Angel es más que apreciable al sumar el diligente y descriptivo trabajo de Harline al bucólico y evasivo de Carmichael.


                                                   
     La actuación de George Raft, desde mi parecer, es de las mejores de su carrera; sobria, dura, con una frialdad impasible que esconde el corazón herido por la muerte de su padre. Una lección de interpretación cinematográfica basada en la sobriedad y la contención, algo que ya podrían imitar algunos actores muy subidos de tono tan elogiados por aquellos que necesitan de histrionismos exacerbados para entender una gran interpretación.     
Destacar las escenas de acción de Raft, siempre muy realistas por su formación en boxeo, pero que en este film poseen una brusquedad, rapidez y fisicidad superior a la media de entonces. El propio Raft en 1945, con 50 años, había perdido bastante peso, recuperando su estilizada figura de Scarface y Night After Night, tras unos años con sobrepeso que le costaron las criticas de sus fans y de los estudios. Poco le duraría; en un par de años Raft volvería a engordar de nuevo, le gustaba demasiado la juerga y el buen comer.




     Así como Edwin L. Marin es un director con principios meticulosamente planificados en sus films, sus finales suelen resultarme abruptos y no del todo redondos. En este caso, la escena de los personajes sentados y jugando al chisme de Carmichael no me resulta extraordinaria, aunque tampoco mala, pero siendo un film clásico de gran nivel como pienso es este Johnny Angel, esperaba una puntilla más elaborada desde el punto de vista artístico. Me pasa exactamente igual con el final de la obra maestra Nocturne (Edwin L. Marin, 1946).

     El film fue un éxito inesperado y Raft rodaría tres thrillers más para la RKO y supondría el inicio en la relación Edwin L. Marín/George Raft, dejando memorables films noir de bajo presupuesto. Aunque en su momento las criticas fueron mayormente positivas, no ha sido hasta hace poco que un sector de los historiadores cinematográficos y críticos han revalorizado la obra de Edwin L. Marin, en especial, sus trabajos con Raft. Personalmente me sumo a esta merecida tendencia, mientras me voy silbando Memphis in June a brindar con ron on the rocks por la juventud perdida y los clásicos menores que hacen la vida más soportable.



Cristián Sandre, 28-11-2018